Raúl Ariza. Antes, entonces, nunca
«(…) Parpadeando una vez más para tratar de humedecer y descansar tus ojos, consigues ver a través de estas mínimas aberturas. Apenas hay nadie en la calle y los vehículos hierven bajo el sol. Te molesta la luz, que cae abrupta y vertical porque, como hace tanto tiempo que vives en penumbra, tus ojos de lobo se han adaptado a las tinieblas de esta cueva. A veces, eso sí, has utilizado una vela para escribir algún pensamiento errático. Pero como la llama oscila y ves por todas partes sombras rampantes que te amenazan, te entra miedo y la vuelves a apagar. Crees verla a ella. Y a tus padres. Y a tu ego. Miras por la ventana por pura inercia, por puro automatismo. Te acercas, entrecierras los ojos adaptándolos a las pequeñas aberturas, te apartas unos centímetros, escudriñas.
Antes te encantaba asomarte a la ventana a cualquier hora. De día y de noche. Desde aquí has visto de todo a lo largo de tu vida. Peleas. Accidentes de tráfico. La vida alborotada. La muerte de Xavi y su ataúd blanco. En los dos bancos que aún hoy hay bajo la palmera de la plaza, formando en conjunto un espacio agradable y recogido, has visto parejas de enamorados que a la luz de las primeras sombras se daban besos y arrumacos sin prestarle ninguna atención al disimulo. A veces, en plena noche, cuando no podías conciliar el sueño, abrías la ventana de tu habitación; la última de la casa, la arrinconada en el vértice más alejado de este triángulo isósceles; y te asomabas para ver las estrellas –te aficionaste entonces a lo celeste, y dibujabas con el dedo las constelaciones– o para ver si pasaba algo, aunque no pasara nada, aunque a esas intempestivas horas de una noche gélida no pasase nadie, helado tu rostro asomado al exterior, atento a cualquier susurro nocturno, a cualquier leve movimiento de las hojas de la palmera que centra la plaza donde queda esta casa en la que antes de casarte convivías con tus padres, y ahora, tras la ruptura de tu matrimonio, lo haces con tu decrepitud.»
Raúl Ariza, Antes. Entonces. Nunca, Editorial Talentura Libros, 2019.