Góngora. Mientras por competir con tu cabello.
El exceso barroco, en este caso utilizando el Carpe diem, se ve perfectamente si comparamos este poema con el clásico de Garcilaso: En tanto que de rosa y azucena . . .
Contenido restringido
Este contenido está restringido a suscriptores pero ES GRATIS. Pulsa AQUÍ para hacerte suscriptor
Si ya eres suscriptor Valídate
Si ya eres suscriptor Valídate