Literatura universal. La Edad Media
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Grandes epopeyas medievales
La existencia de una poesía épica de exaltación heroica y nacional ha sido una constante desde la Antigüedad en todas las civilizaciones. No puede negarse, sin embargo, que la Edad Media fue la época dorada de la epopeya. En las recién nacidas culturas europeas, especialmente en Francia, proliferaron los cantares en verso consagrados a la vida y hazaña de los caballeros.
La épica germánica
La mitología y las antiguas leyendas de los pueblos bárbaros del Norte se nos han transmitido a través de varias composiciones épicas: Cantar de Hildebrando; Beowulf; los Edda; y el Cantar de los Nibelungos. Obra maestra de la épica germánica esta última, es un extenso poema en alemán de nueve mil quinientos versos. Sigfrido, su protagonista, es un héroe invencible por haberse bañado en la sangre de un dragón. Tras numerosas hazañas, un traidor lo asesinará aprovechando su único punto débil en la espalda.
La gran epopeya francesa:
Mucho mayor desarrollo alcanzaron los cantares de gesta. Aunque hay algunos castellanos, provenzales e italianos, la gran mayoría de ellos están en lengua francesa. Este amplio conjunto de poemas épicos se caracteriza por la deformación legendaria de la historia de Francia y los abundantes elementos fantásticos y maravillosos.
Novela de aventuras o novela cortés
A finales de la Edad Media, cuando la épica deja de cultivarse, la materia caballeresca pervivirá bajo la forma novelística. A diferencia de los cantares de gesta, el nuevo género, destinado a la lectura, es de mayor complejidad narrativa y de autor conocido y culto.
El primer paso corresponde a Chétrien de Troyes, en la segunda mitad del XII. Sus breves obras, todavía en versos octosílabos como El Cuento del Grial, consagran a la corte del rey Arturo y a los caballeros de la mesa redonda y la búsqueda del Santo Grial, la llamada materia de Bretaña, como modelo definitivo de la caballería. Otra obra destacada es el Roman de la Rose: extenso poema de más de veinte mil versos, de gran éxito en los siglos XIV y XV.
El cuento entre la Edad Media y el Renacimiento
Los relatos breves con intención didáctica se denominan ejemplos, apólogos o fábulas (en caso de que los protagonicen animales). Los fabliaux son cuentos cómicos franceses, de ambiente urbano y realista. Su única intención es hacer reír, sin propósito moral.
El italiano Giovanni Boccaccio (1313-1375), fue humanista, amigo de Petrarca y el primer estudioso de Dante. Su obra maestra es el Decameron (1349-51), en la que un grupo de jóvenes se refugian en el campo para escapar de la terrible peste de 1348 y, para entretenerse, se narran cuentos unos a otros. Los relatos son de muchos tipos, pero los más interesantes son los cómicos de ambientación realista de la sociedad de la época.