La lírica. Métrica
Una aproximación a la métrica con ejemplos clásicos. Se pueden buscar más materiales para completar este tema.
1– Principales estrofas
Ya estudiaste el curso pasado cómo se miden los versos. Teniendo en cuenta el análisis métrico, podrás clasificar las diferentes estrofas. Observa este cuadro:
ESTROFA |
NÚMERO DE VERSOS |
NOMBRE DEL VERSO |
RIMA |
ESQUEMA |
Pareado |
2 |
Arte mayor o menor | consonante | aa; AA; aA; Aa |
Terceto |
3 |
Endecasílabos | consonante | A-A |
Cuarteto |
4 |
Endecasílabos | consonante | ABBA |
Redondilla |
4 |
Octosílabos | consonante | abba |
Serventesio |
4 |
Endecasílabos | consonante | ABAB |
Cuarteta |
4 |
Octosílabos | consonante | abab |
Quinteto |
5 |
Endecasílabo | consonante | AABABAABBA
ABAAB ABABA ABBAB |
Quinteta o quintilla |
5 |
Octosílabos | consonante | Igual que el quinteto |
Lira |
6 |
Heptasílabos y endecasílabos |
consonante | aBabB |
Octava Real |
8 |
Endecasílabo | consonante | ABABABCC |
Soneto. Composición formada por dos cuartetos y dos tercetos.
Romance Serie ilimitada de versos octosílabos, en la que riman los pares y los impares quedan sueltos. La rima es asonante.
Pareado. Iriarte
Aunque la mona se vista de seda
mona se queda.
Terceto. Góngora
Goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
Cuarteto. Góngora
La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas destilado
y a no envidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida
Redondilla. Popular
Quien canta espanta sus males,
y quien llora los aumenta;
no es llorar un hombre afrenta
cuando las causas son tales.
Serventesio. Rubén Darío
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo
y más la piedra dura, porque esta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Cuarteta. Antonio Machado
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, mil;
mil veces mil, un millón.
Quinteto. Campoamor
Marchando con su madre, Inés resbala,
cae al suelo, se hiere, y disputando
se hablan así después las dos llorando:
– ¡Si no fueras tan mala! – No soy mala.
– ¿Qué hacías al caer?. – Iba rezando.
Quinteta o quintilla. José Zorrilla
Pasó un día y otro día,
un mes y otro mes pasó,
y un año pasado había;
mas de Flandes no volvía
Diego, que a Flandes partió.
Lira. F. Luis de León
El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música extremada,
por vuestra sabia mano gobernada
Octava real. Góngora
Negro el cabello, imitador undoso
de las obscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso,
vuela sin orden, pende sin aseo;
un torrente es su barba, impetuoso
que (adusto hijo de este Pirineo)
su pecho inunda, o tarde, o mal, o en vano
surcada aun de los dedos de su mano.
ACTIVIDADES
1. Haz una lista con las diferentes estrofas que hemos estudiado. No olvides definir cada uno. Busca o inventa un ejemplo.
2. Te proponemos ahora diferentes poemas. Haz el esquema métrico de cada uno. Señala las licencias poéticas que encuentres en ellos. ¿Sabes cómo se llaman estas estrofas?
Culpa debe ser quereros,
según lo que en mí hacéis;
mas allá lo pagaréis
do no sabrán conoceros,
por mal que me conocéis.
Por quereros, ser perdido
pensaba, que no culpado;
mas que todo lo haya sido,
así me lo habéis mostrado,
que lo tengo bien sabido.
¡Quién pudiese no quereros
tanto como vos sabéis,
por holgarme que paguéis
lo que no han de conoceros
por mal que me conocéis!
“Habiéndose casado su dama”
Garcilaso de la Vega
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento
y la furia del mar y el movimiento,
[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][…]no pienses que cantado
sería de mí, hermosa flor de Gnido,
el fiero Marte airado,
a muerte convertido,
de polvo y sangre y de sudor teñido;
[…]mas solamente aquella
fuerza de tu beldad sería cantada,
y alguna vez con ella
también sería notada
el aspereza de que estás armada,
y cómo por ti sola,
y por tu gran valor y hermosura,
convertido en viola,
llora su desventura
el miserable amante en tu figura.
“Canción V” Garcilaso de la Vega
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
“Elegía a Ramón Sijé”
Miguel Hernández
Marinerito delgado,
Luis Gonzaga de la mar,
¡qué fresco era tu pescado,
acabado de pescar!
Te fuiste, marinerito,
en una noche lunada,
¡tan alegre, tan bonito,
cantando, a la mar salada!
¡Qué humilde estaba la mar!
¡Él cómo la gobernaba!
Tan dulce era su cantar,
que le aire se enajenaba.
[…]Deja, niño, el salinar
del fondo, y súbeme al cielo
de los peces y, en tu anzuelo,
mi hortelanita del mar.
“Elegía del niño marinero”
Rafael Alberti
¿Por qué volvéis a la memoria mía
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay!, que de aquellas horas de alegría
le quedó al corazón sólo un gemido,
y el llanto que al dolor los ojos niegan
lágrimas son de hiel que al alma anegan.
¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡ah!, dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
no consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh!, los que no sabéis las agonías
de un corazón que penas a millares,
¡ay!, desgarraron y que ya no llora,
¡piedad tened de mi tormento ahora!…
“ Canto a Teresa”
José de Espronceda
¡Esa guirnalda! ¡Pronto! ¡Que me muero!
¡Teje deprisa! ¡Cantal ¡Gime! ¡Canta!
Que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene y mil la luz de enero.
Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta
espesura de anémonas levanta
con oscuro gemir un año entero.
Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados,
bebe en muslo de miel sangre vertida.
Pronto ¡pronto! Que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.
“Guirnalda de las rosas” F. García Lorca
3. Leed en voz alta estos poemas. ¿Qué sentimientos reflejan?
4. Taller de escritura: Elige una de las estrofas estudiadas y realiza una composición lírica. Recuerda que la lírica consiste en expresar los sentimientos por parte del autor.