Fernando de Herrera. ¿Adónde me dejáis al fin perdido,
El tiempo placentero ya se ha ido y el poeta les ruega a las horas dichosas que no vuelvan a su corazón porque su recuerdo les causa más. Este tema ya ha sido sobradamente tratado por otros autores como Garcilaso que, en la época, ya era considerado como un clásico . . .